29 noviembre 2005

¿CARNADA PARA TIBURONES?

El presidente Néstor Kirchner, finalmente, le solicitó la renuncia a su ministro de Economía Roberto Lavagna. Sin embargo, lo que para el primer magistrado representa un auténtico triunfo, no parece ser apreciado de ese modo por la sociedad. Más allá de sus errores, Lavagna será recordado como el ministro que logró encarrilar a la Argentina en la senda de la previsibilidad, aunque esto evidentemente no parece importarle a su ahora ex-jefe y porqué no "verdugo". ¿Es una botella al mar del presidente, enviada como señal a ciertos sectores y grupos de poder que acechan al país? ¿O es simplemente una acción asociada con un afán enfermizo de protagonismo?