CON LA MIRADA EN UN DOBLE HORIZONTE
Tal vez lo más admirable de la Argentina sea su capacidad de persistencia. Pese a los tremendos avatares en los que sistemáticamente se sumerge, siempre surge. Soportó a quienes estentóreamente creían ver un camino de Argentina Potencia. También a quienes sólo señalaban la oscuridad del túnel. Y ahora, aunque las cosas amagan con ser venturosas, la perspectiva se vislumbra como bifurcada entre el crecimiento económico y un autoritarismo con sabor a cordero patagónico.