07 noviembre 2005

ARROZ CON LECHE Y BANELCO

Casa Rosada: Septiembre 2000. El presidente Fernando De la Rúa ingresa al salón presidencial donde se desarrollan sus reuniones de gabinete. Mientras algunos ministros dialogan sobre el acontecer nacional, otros parecen encontrarse sumidos en la reflexión, sin percibir el ingreso del primer mandatario. Sin embargo, para alguien de los presentes, el arribo presidencial no resultó inadvertido. Sus temores no estarían infundados. Aunque sus elucubraciones y ansiedades aún no habían tomado dominio público, la crisis comenzaba a verse en el horizonte... (se recomienda ampliar la imagen).

DÉJAME SER...

Diciembre 2001, Buenos Aires, Congreso Nacional Justicialista. Luego de intensos y ásperos debates vinculados a la forma de encarar -como principal partido de oposición- la crisis que atraviesa el presidente Fernando De la Rúa, abandonan la sede partidaria los máximos líderes justicialistas. Aunque colectivamente son vistos como parte de una misma banda, sus ambiciones personales dictan algo muy diferente. Pocos días después, la fragmentación sería manifiesta. En la terraza del Comando Justicialista entonarían su última canción: "Déjame ser".

BONANZA

1996: momentos de júbilo para este par de jinetes inseparables. Los triunfos electorales comienzan a manifestarse, y la rueda de la fortuna parece no detener su giro hasta la victoria final. Sin embargo, quien sería años después el primer mandatario argentino, ya comienza a exhibir algunos síntomas que posteriormente serían una constante: sus lagunas y cuelgues. En esta imagen ya se puede observar la preocupación de su entrañable e inseparable correligionario de aventuras, Guy Williams Olivera, tratando de apartar a Fernando De la Rúa de sus cada vez menos circunstanciales lapsus. Como telón de fondo, uno de los equinos, consecuente con su instinto de preservación, luce la resignación del animal que se dirige al precipicio.

LA CONSPIRACIÓN

No. No se trata de la última novela de Dan Brown. La imagen refleja uno de los últimos momentos de Fernando De la Rúa al frente de la presidencia de la República, y en reunión con los gobernadores. En lo que parece ser una versión propia de National Geographic, dos mandatarios provinciales, cual buitres, han comenzado a olfatear la carne nauseabunda, preparándose para darse el festín...